El pescado y los mariscos, bien cocinados, resultan en platos exquisitos que nos encanta saborear, sin embargo, hay quienes lo comen de manera muy simple solamente porque significa una gran fuente de proteínas, dato que no todos conocen completamente. Por esta razón, debería estar presente en nuestra alimentación varias veces por semana.

El pescado nos aporta una gran fuente de proteinas

Es cierto que los nutrientes y proteínas del pescado dependen del tipo, pero también de la época del año en que se pesca, y de su preparación. A grandes rasgos el pescado aporta vitamina D, A y B, minerales (fósforo, calcio, yodo, potasio, sodio, magnesio) y algunos aceites esenciales. Sin embargo, algunas vitaminas como B1,B3,B12 desaparecen con la cocción del pescado frito, hervido o cocido. Tienen también gran cantidad de agua y la cantidad es indirectamente proporcional a la cantidad de grasas que tendrá ese pescado, es decir, más agua, menos grasas.

El pescado azul (sardinas, salmón, atún, etc.), por ejemplo, es una fuente imprescindible de Omega 3 – un tipo de ácido graso esencial, es decir, que nuestro cuerpo no es capaz de sintetizar – que tiene beneficios tanto para nuestro cerebro como para nuestro sistema vascular y nervioso.

Además de contener Omega 3 cada ración de pescado azul tiene alrededor de un 20% de proteína, un valor muy similar al de la carne o pollo (Una ración sería de entre 100 y 200 gramos una vez eliminadas las partes que no comeremos). Tampoco hay que dejar de lado el aporte calórico que es fundamental y que lo convierte en un buen alimento para antes o después de hacer actividad deportiva.

El Pescado Blanco (merluza, bacalao, lenguado) tiene un aporte proteico muy similar pero menor aporte calórico que el pescado azul, ya que tiene menos grasas. En ese sentido las personas que están haciendo una dieta apuntada a convertir grasa en músculo sin subir de peso quizás se inclinen por éste, pero por el contrario si se necesita grasa para así poder desarrollar músculo será una buena opción comer pescado azul.

En definitiva, no hay que dudar a la hora de incluir pescados y mariscos a la dieta de una persona, ya que de otro modo nos estaríamos perdiendo de una fuente importante de nutrición y vitaminas.